EMOCIONES O ¿NO-EMOCIONES? ¿ES ESO LA CUESTIÓN?

UN PEQUEÑO STRIPTEASE EMOCIONAL

Recuerdo cuando tuve aproximadamente unos 17 años, en los cuáles había tenido connotaciones tan negativas respecto a lo que creía era enamorarse, y sus repetidos rechazos. Debido a ese sufrimiento, o mejor dicho mi forma de sentirlo y vivirlo, decidí de forma casi inconsciente de aislarme totalmente.

En aquellos tiempos era capaz de hacer cosas que no cualquier persona se atrevía hacer. Mi motivación que superaba el miedo siempre era el Amor que anhelaba y buscaba en las mujeres que me mostraban un poco de atención.

Cuando decidí no sentir más dolor me encerré en mí mismo para vivir mi proceso personal lo mejor que sabía, al igual que lo hacemos todos en cada momento. Recuerdo que me pegué varios meses estudiando el idioma francés por mi cuenta y aparte de eso, estudiar ajedrez (que era una de las pocas razones para salir y relacionarme) y de ver películas y convertirme en un cinéfilo. Descubrí una página web llamada Filmaffinity que más que nada es una base de datos y comencé a ver películas que echaban a las tantas de la noche, en programas fabulosos como ‘Qué grande es el cine’ dirigido por Garci o el programa que emitían a partir de la medianoche y más tarde llamado ‘Cine Club’.

Fue un año interesante en prácticamente la misma soledad que había experimentado anteriormente cuando me relacionaba algo más con personas en general. Sobra decir que el tener comportamientos tímidos y no atreverme a brillar no ayudara en absoluto a tener mejores relaciones en general. Me fabriqué mi propio mundo interior, simplemente para no exponerme a más sufrimiento.

¿Cuántas veces te has encontrado en una situación similar? ¿Cuántas veces te sigues poniendo esa coraza (llamada miedo) para que no te vulneren, apartándote al mismo tiempo de conocer personas maravillosas? ¡Ojo, que haberlas, haylas! 😉 Para estar solo, simplemente hay que dificultar que se nos acerquen y no acercarnos a nadie, ¡qué duro debe ser vivir así! Nos engañamos con la autoprotección cuando más bien se trata de la soledad del alma y falta de conexión.

Habrá personas que les llame la atención y piensen que no haya muchas personas que elijan algo así. Quizás  no sea tu caso. Hay muchísimas personas que por no saber gestionar adecuadamente sus emociones (entre otros factores), terminan aislándose bastante de la sociedad o empeñan un papel que no es el suyo para no mostrar su sensibilidad, cosa a menudo visto como debilidad, que son dos cosas muy distintas. En la actual sociedad se supravaloran atributos como la fortaleza, que a la larga dejan mella en uno mismo tanto como en las personas que lo rodean.

 

LAS EMOCIONES SON IMPRESCINDIBLES Y TODAS SON BUENAS

Una Vida sin emociones no es posible. Al parecer en algunos casos ni tras la muerte. Existen casos de personas que han vuelto a la Vida cuando se les daba por clínicamente muertos. Evitar sentir es como intentar ser una piedra, algo estático. Es incluso contraproducente, ya que no hay emociones negativas y todas tienen su por qué y su para qué. Una vez que aprendemos a gestionarlas adecuadamente cambiará todo a una Vida mucho más equilibrada y pacífica. Todo lo que buscamos está dentro de nosotros y lo que nos molesta de afuera, es el reflejo de emociones que aún no hemos aprendido a gestionar. Un sencillo ejemplo podría ser una frase parecida a: “Lo que acabas de hacer me molesta.” Hablando así estamos cargando toda la responsabilidad sobre la otra persona o hecho. Eso significa que adoptamos inconscientemente el papel de víctima y como tal, no podemos cambiar nada.

Si lo enfocamos desde otra perspectiva, podríamos pensar: “Lo que acaba de suceder me ha molestado.” A continuación cabría la posibilidad de preguntarme por qué me ha molestado para tras ello, seguir buscando la solución para que deje de molestarme. Es la única manera de ir al fondo del meollo y lograr que nos deje de afectar. En éste caso adoptamos el papel del protagonista de nuestra vida para actuar consecuentemente.

También es verdad que no siempre nos afectan las cosas de la misma manera, dependiendo entre otros factores de nuestro estado del momento. Siendo justos con los que nos rodean, no los responsabilizaremos de ello, pudiendo por ejemplo comunicar que estamos más sensibles que otros días y por favor nos traten con un poco más de tacto.

Es necesario sufrir, amar, emocionarnos, reír… Por suerte o por desgracia, dependiendo del punto de vista de cada persona, es imposible protegerse de los eventos que ocurren de repente en nuestras vidas y nos cogen de sorpresa, pero sí se puede entrenar el cómo tomarnos lo que nos sucede y el tiempo y tipo de emociones que le vamos a dedicar.

Si te preguntaran: “Si tuvieras la posibilidad de volver a vivir tu vida, ¿qué cambiarías?” ¿Qué volverías a vivir exactamente igual? ¿Por qué razón? Una persona honesta consigo mismo y verdaderamente satisfecha con su propia persona probablemente diría que no cambiaría nada, ya que gracias a todos esos sucesos se ha convertido en esa persona del presente de la que se siente orgulloso, con sus cosas buenas y mejorables. A menudo incluso han sido personas que han tenido vidas menos fáciles que otras, ya que puede que tener una ‘vida fácil’ sea contraproducente, porque nos eximen de algunos aprendizajes tan necesarios para evolucionar favorablemente. Además todos esos sucesos han formado la persona que somos hoy en día, que siempre se puede modificar según el grado de consciencia y la actitud elegida, para tener una vida más feliz y disfrutar de mayor bienestar.

Cuando decidimos convertirnos en seres inertes que no somos, comienza el sufrimiento para nosotros mismo y las personas que nos rodean o pasan por nuestras vidas. A veces se debe a traumas sufridos durante la infancia relacionados con la familia con respecto al afecto. Durante los primeros ocho años aproximadamente se forma nuestra personalidad y debido a que los niños somos como esponjas SIN FILTROS, vamos captando todo desde el exterior comenzando siempre por nuestro núcleo más cercano y con el que más nos relacionamos. Como infantes necesitamos más que nunca sentirnos seguros, cuidados y amados. Algunas veces sufrimos hechos dolorosos simplemente porque cada cuál actúa lo mejor que sabe en cada momento y, dependiendo del grado de consciencia y de cómo hayan experimentado los padres su propia infancia, pueden llegar a causar algún daño por falta de empatía, sentido común o amor propio. Al fin y al cabo, ¿cómo podemos dar algo que desconocemos o no hemos vivido si no desarrollamos la consciencia de lo importante que es?

emociones emoticonos1

Cuando la experiencia durante los primeros años de edad llega a ser muy traumática como por ejemplo por padecer carencias afectivas, llega a afectar negativamente nuestro futuro como adultos determinando en muchos casos el grado de afectividad. En algunos casos durante la edad adulta se pueden llegar a subsanar esas carencias a través del Amor que se recibe de otras personas y sobre todo al descubrir el Amor Propio, que es el mayor de los amores del que no se habla tanto. Si a su vez logramos transformar esas carencias afectivas en una revolución de Amor y nos enfocamos en compartir todo lo mejor de nosotros, podemos cambiar el destino de lo que en un principio podría llegar a ser un lastre y determinar en muchos casos nuestra futura afectividad y qué tipo de lazos afectivos seamos capaces de crear con los demás.

A menudo he experimentado el trauma que sufren muchas mujeres (pero también hay muchos hombres que lo sufren), desarrollando una aversión hacia el sexo opuesto, debido a cómo han gestionado las vivencias de sus relaciones del pasado. Esas personas han podido verse traicionadas, engañadas, haber sufrido rupturas… Dependiendo de cómo lo hayan vivido y anclado en lo más profundo de su Ser, así se tratarán a sí mismo y a las futuras personas que deseen formalizar una relación sentimental con ellas, formando parte de su personalidad y eligiendo a menudo inconscientemente dejar de confiar en las personas y no volver a tener una relación amorosa, por el mero hecho de relacionarlo con sufrir. ¡Pero es posible cambiarlo para tener mejores relaciones y más satisfactorias!

Hace pocos meses me ocurrió algo que viene al caso. Tengo una amiga con la que de vez en cuando mantenía relaciones íntimas. Debido a diversas circunstancias nunca llegamos a vernos más que una vez cada mes como media. Recuerdo cuando le decía: “___________, no te enamores de mí…”. Se lo dije varias veces, directa o indirectamente durante nuestros encuentros o intercambios de comunicación. Un día me dijo que había conocido a otra persona y que ya no íbamos a seguir intimando, pero sin duda seguir siendo amigos, ¡y así fue!

A partir de ese momento me di cuenta de qué era lo que realmente me había pasado durante mi pasado amoroso. Cuando le decía a una mujer que no se enamorara de mí, inconscientemente me estaba diciendo a mí mismo que no quería sufrir debido a haberle puesto una connotación negativa a enamorarme. Enamorarme fue para mí hasta aquel momento igual a sufrir. Descubrí la creencia limitante gracias a la cual puedo entrever con bastante claridad de por qué en gran parte mis pasadas relaciones no hayan sido tan satisfactorias… A partir de tomar consciencia de éste aprendizaje superé mi miedo, que me llevaba a no dar lo mejor de mí para evitar sufrir por el futuro final de una relación, cosa que es mejor aceptar como un hecho ya que antes o después siempre llega, por muy romántico que pueda ser ‘el Amor eterno’.

emociones emoticonos2

También existen relaciones en las que hay gente que se ve de vez en cuando sin llegar a comprometerse, probablemente por miedo al compromiso y tener que compartir o ceder alguno de sus valores como la individualidad y la independencia. Sin duda eso no se puede llamar una relación amorosa, por mucho que se puedan amar de forma incondicional dos personas, ya que una relación se compone de tres partes TÚ, YO y NOSOTROS. Sin el nosotros deja de ser Amor y se convierte en egoísmo (uno de los múltiples disfraces del miedo). Pienso que el Amor no tiene que ver con cuánto tiempo se lleva con la misma pareja, sino de tener relaciones harmónicas, independientemente del tiempo, para comprometerse desde lo más profundo de su Ser y en pro de la relación para evolucionar juntos bajo unos valores básicos comunes.

 

LA SOLUCIÓN: ACEPTACIÓN Y COMPROMISO CON UNO MISMO (Y LOS DEMÁS)

Debemos tener en cuenta que tratar de enjaular las emociones o guardarlas en alguna caja guardada al fondo del armario, solamente puede crear dolor, ansiedad y desolación, que aumentará inconscientemente con el tiempo, por mucho que intentemos autoengañarnos diciéndonos que estamos muy bien así, que no necesitamos no sé qué, bla, bla, bla… Lo único que crea es un árido desierto dónde podría estar creciendo un majestuoso bosque con frondosos árboles. Intentar controlar nuestras emociones, en vez de solucionar lo que nos hace sentir así, agranda el problema al aumentar la ansiedad que surgió y el miedo a volver a ser dañados.

Aprender a gestionar nuestras emociones adecuadamente es algo imprescindible para tener una mayor calidad de Vida, ya que la conexión es una de las necesidades básicas humanas, que por mucho que se pudiera buscar sustituir con animales o plantas, nunca será ni ínfimamente parecido. Todas las emociones son necesarias y no existen emociones negativas: todas tienen su por qué y su para qué. Más bien se trata de aceptar lo sucedido, asumir nuestra parte de responsabilidad en lo que ha pasado, para aprender de ello e intentar que al menos lo que dependa de nosotros no vuelva a repetirse, por mucho que cada interacción sea diferente.

Es imprescindible aprender a aceptar lo sucedido, sea lo que sea. Si nos negamos a ello, lo reviviremos cada día y condicionará nuestro futuro hasta que lo aceptemos y dejemos ir. Cuando lo hacemos nos abrimos a la Vida y a todos los regalos que nos manda el Universo. Esto traerá que estemos más abiertos y positivos, viendo nuevas posibilidades, viviendo con más calma y confianza, ilusionándonos nuevamente con nuevos proyectos, amistades, relaciones, etc., que sin duda serán mejores si hemos tenido la suficiente humildad de asumir nuestra parte de responsabilidad sobre los hechos para aprender de ello para que no se repitan en el futuro de nuevo. En definitiva, solamente puede ir a mejor.

Para terminar solamente quiero animar a las personas que comiencen a enterrar poco a poco el miedo y se conviertan al Amor Incondicional. No hay nada que de un subidón más grande que ‘enamorarse’ o ir en cohete. Mientras que no me pueda costear lo segundo, seguiré abriéndome a EN-AMOR-(D)ARME.

 

Si deseas colaborar compartiendo éste artículo, lo puedes hacer con mucho gusto, ¡te lo agradecemos!

Nos puedes dejar un comentario si te ha gustado el artículo.

Danos un ‘Me gusta’ en Facebook https://www.facebook.com/biovitalwellness/ y estate atent@ a nuestras promociones que se publican esporádicamente.

 

Deseos indeseables, ¿o me equivoco?

Estamos en el mes de desear, tanto para los demás como para nosotros lo mejor. ¡Ojo, que a menudo lo que se supone bueno no lo es tanto, y lo malo es lo mejor que nos pueda suceder! Lo importante no es lo que sucede, sino lo que hacemos con lo que sucede. No quiero ser diferente y desearos lo que pienso y siento. Lo comparto con cada cuál que esté dispuesto a leerlo, escucharlo, sentirlo y a lo mejor incluso a mostrar una visión menos común. Nada es personal y si te molestara algo, te invito a autoanalizarte para llegar al fondo de esa molestia que nunca tiene que ver con el exterior sino con lo que hay en tu interior.

Pasamos por ésta Vida para experimentar vivencias para sanar nuestras heridas de la infancia (hay quién podría decir hasta de vidas pasadas) e integrar la personalidad con el Alma. Es un recorrido para aprender a aceptar y amar incondicionalmente partes nuestras que están siendo ignoradas o vividas con miedo. Descubrí por casualidad un libro titulado ‘Las cinco heridas del alma que impiden ser uno mismo’

(https://evolucionconsciente.org/wp-content/uploads/2014/12/las-cinco-heridas-del-alma-que-impiden-ser-uno-mismo-lise-bourbeau.pdf)

que trata sobre lo último mencionado. ¡Sin duda también he sufrido y sigo padeciendo alguna herida; lo leeré para seguir desarrollando mi Ser para compartir lo mejor con los demás y sentirme cada vez mejor y más feliz! Para mí es ese el secreto de la Felicidad…

El presente año está llegando (o ha llegado) a su final. Hemos experimentado miles de vivencias y acontecimientos que tachamos de más o menos agradables, incluso muchas de ellas repetidas. Pero todos ellos son necesarios para nuestra evolución y tienen su razón de ser para hacernos crecer desde la responsabilidad personal. Cuando dejamos de culpar a los demás o a las circunstancias ajenas, superamos ese tipo de hechos pasando de curso, fase o como lo queramos llamar. En caso contrario, éste tipo de sucesos se repiten en el tiempo hasta que aprendamos lo que haya que aprender para seguir avanzando.

2018

Por ello nos deseo muchas VIVENCIAS, de las que nos agradan y las que tachamos como ‘malas’. Todas son beneficiosas y traen un regalo envuelto que no se ve a la primera. Verlo o no depende de nuestro grado de consciencia, nuestro grado de responsabilidad y el enfoque que le ponemos.

Nos deseo más HUMILDAD y menos ego, para vivir desde el aprender en vez de desde el saber, creando esa gran diferencia en nuestras Vidas para seguir desarrollándonos para Ser nuestra mejor versión posible para poder compartir lo mejor. ¡Si queremos que haya Amor en nuestras Vidas, primero debemos ser Amor, y todo comienza con nosotros mismo, la relación con la persona más importante de nuestra Vida! Todo lo que buscamos está dentro de nosotros, a la espera de ser descubierto y compartido.

Nos deseo mucha RESPONSABILIDAD PROPIA y menos queja y culpabilización. Sí, que cada cual seamos muy responsables, sabiendo que cada acto o inacción tiene una consecuencia directa e indirecta en todas las personas, incluidos nosotros mismo, y todo lo que nos ocurre. Seamos tan responsables de nosotros mismo que no le fallemos a nuestros valores.

Nos deseo VALORES ÉTICOS y menos conveniencias personales, para ser lo mejor y actuar de la mejor manera, de forma coherente, para pensar, decir y actuar al unísono, y así llegar a construir poco a poco ese mundo que queremos ver. ¿Cómo somos y/o actuamos realmente? A menudo tenemos un autoconcepto bastante distorsionado por lo que puede ser útil preguntar a varias personas como nos ven en determinado aspecto. ¡Podemos llevarnos una sorpresa!

Nos deseo  DECISIONES MEDITADAS durante el tiempo necesario, ni demasiado pronto (actuando con el piloto automático) ni demasiado largo (siendo preso del miedo), elegidas desde la máxima libertad existente que es la de nuestra mente. Decisiones tomadas con consciencia para que sean las más beneficiosas para TODOS y TODO: nosotros, lo(s) que nos rodea(n), en definitiva: todo Ser vivo y el Planeta.

Para ello podríamos parar y analizar, ¿realmente soy yo quién cree esto o aquello respecto a algo o lo he heredado de mis padres (o tutores), maestros, hermanos y hermanas o sociedad en general?

¿De cuánto nos creemos merecedores? A veces nos da miedo a brillar y desplegar todo nuestro potencial generalizado. Yo lo puedo testimoniar desde mi propio Ser. Sospecho que pudiera ser uno de mis mayores miedos.

En definitiva, nos deseo que nos quitemos las corazas del miedo para salir a la Luz y comulgar con el Amor que somos, para Ser, compartir y crear más Amor.

Nos amo. Namaste.

No dudes en dejarnos un mensaje sobre cualquier deseo que pudieras tener. Agradecemos tu opinión y difusión.

Desde la Empatía hacia la Compasión a través del Amor Incondicional

Desde la empatía hacia la compasión a través del amor incondicional3

 

Lo primero es saber en qué consisten estos sentimientos para conocer las diferencias, tan necesarios para tener relaciones de mayor calidad a otro nivel (sobre el Amor Incondicional escribiré en un futuro no muy lejano).

Según la Real Academia Española (RAE) la empatía es un sentimiento de identificación con algo o alguien  y/o la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.

empatia logo final

Un individuo se muestra empático con otras personas cuando solamente implica compartir el sentimiento de sufrimiento, sin que conlleve la búsqueda de resolución del problema o afección, ya que consiste simplemente en apoyar y demostrar la presencia a partir del acompañamiento.

En muchos casos la empatía es un afecto pasajero que no es comparable a otros sentimientos siendo muy característico. Se puede relacionar con el amor, la compasión o el compañerismo entre otros.

Según la Real Academia Española (RAE) la compasión es un sentimiento de pena, de ternura y de identificación ante los males de alguien.

compasión manos bueno con logotexto

En mi opinión se le ponen a menudo connotaciones negativas de lástima o sentido de superioridad hacia la persona que sufre (como por ejemplo la denominación según la RAE), cuando la compasión es un sentimiento entre personas al mismo nivel. Es un sentimiento que surge a partir de la comprensión del sufrimiento ajeno que conlleva el deseo de aliviar, reducir o terminar con ese sufrimiento, cosa que lo diferencia de la empatía. Es importante sentir ese apoyo y comprensión en los momentos menos fáciles de la Vida.

La compasión puede surgir por libre voluntad, de forma involuntaria, por moral personal o buenas costumbres adquiridas durante la infancia. Es un estado emocional positivo que nos hace sensibles al sufrimiento y nos lleva a actuar para aliviarlo. Es un mecanismo que nos proporciona seguridad, paz y alegría. Desarrollar esta capacidad y su práctica como hábito saludable incrementa para con nosotros y los demás nuestro bienestar y paz mental. La sabiduría y la compasión son consideradas como inseparables y complementarias en el budismo: “Si queremos que otros sean felices y nosotros también, practiquemos la compasión”.

Sin duda estoy totalmente convencido de que todos somos Uno: Yo soy Tú, Tú eres Yo, Todos somos Uno.

La compasión se compone de una parte afectiva (siento lo que tú sientes), una cognitiva (te comprendo) y otra motivacional (quiero ayudarte). También puede entenderse como una conducta que coordina e integra diversos elementos con la finalidad de aumentar el bienestar de los demás y el propio.

Dos elementos clave de la compasión son la sensibilidad al sufrimiento de los otros y de uno mismo y el compromiso de aliviar y extirpar, en la medida posible, su origen. La sensibilidad se construye sobre la empatía, la capacidad de percibir y sentir, además de comprender el sufrimiento y su nacimiento.

Cuando presenciamos el sufrimiento de otra persona es posible que la empatía nos puede llevar a tener experiencias emocionales adversas, sintiendo un malestar personal que, al no poder tolerarlo, puede llevarnos a evitar el contacto y por lo tanto a no ser capaces de ayudarle.

 

8 claves para cultivar la compasión

cultivar sentimientos

  • Ser compasivo con uno mismo

Sin duda todo parte desde uno mismo. La autocompasión consiste en darnos el cuidado, consuelo y serenidad de forma natural. Para ello es fundamental ser conscientes de la conversación que tenemos con nosotros mismo, ya que éste no debe generarnos desilusión, enfado ni frustración.

  • Mirar hacia nuestro interior

Es importante aprender a conectar con nuestros sentimientos e identificar nuestras necesidades y las de las personas que nos rodean.

  • Disfrutar los logros

Al lograr alguna meta propuesta debemos permitirnos disfrutar de la satisfacción antes de lanzarnos hacia un nuevo objetivo.

  • Procurar no juzgar

No enjuiciarnos a nosotros ni a los otros es importante para ser compasivos. Si pasaran éste tipo de pensamientos por nuestra cabeza es recomendable dejarlos pasar sin más.

  • Actuar sin prisas

En el caso de entrar en conflicto con nosotros mismos o con otros, debemos tomarnos tiempo para comprender lo que pasa para buscar la mejor (y más compasiva) solución, sin renunciar a nuestras preferencias y valores.

  • Crear momentos de calidez

Son muy importantes las relaciones sociales en las que se fomente la comprensión, el cariño y los vínculos seguros y confiables.

  • Mantener bajo control la negatividad

Es necesario aprender a contener nuestras emociones negativas y las de los demás, sin reprimirlas, alimentarlas ni huir de ellas.

  • Compartir la alegría

Disfrutar de la alegría diaria que nos da la vida y rodearnos de personas, actividades y situaciones que nos conecten con nuestra felicidad interna.

 

Definitivamente la compasión es uno de los sentimientos que aportan mayor valor a nosotros mismo como personas y al resto de personas. ¡Aplicando a diario la compasión y convirtiéndolo en un hábito, cada cual podemos aportar una gota de agua al mar, sin la cual el mar, por muy poco que nos pudiera parecer, no sería el mismo!

Aprovecho terminando el presente artículo con una cita de Mahatma Gandhi que me encanta: “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”.

 

¿Has experimentado alguna vez la compasión desde cualquiera de los dos lados o desde ambos lados? No dudes en dejarnos un comentario para compartir tu experiencia. ¡Muchas gracias!

Danos un ‘Me gusta’ en Facebook para no perderte nada que te pudiera interesar a nivel personal o para otras personas amadas. ¡Gracias de antemano!

https://www.facebook.com/biovitalwellness/